Este Volkswagen Golf R llegaba con sus impresionantes 300 caballos de potencia en busca de un Stage 2, un segundo escalón para el que se había preparado. ¡Y nosotros también! ¡Menudo aparato! Y es que nos parece uno de los compactos deportivos más exigentes del mercado. Nos gusta el GTI, pero el R es harina de otro costal. Es cierto que al montar tracción total sube de peso y pierde la ligereza del GTI y su personalidad. Pero se convierte en un “hot hatch” muy eficaz y tremendamente rápido.

Para que os hagáis una idea, el Golf R de 300 CV puede acelerar de 0-100 km/h en solo 4,6 segundos. Mientras tanto, el Golf GTI Clubsport de 265 CV que de forma momentánea puede llegar a 290 CV declara un 0-100 km/h en 5,9 segundos. Las diferencias son notables.

Para poder completar nuestro Stage 2 este compacto deportivo había montado downpipe de los amigos de Exit Pipes, bobinas APR rojas y bujías un grado térmico más frías. Completaba el conjunto la admisión de alto caudal.

El incremento de potencia en este bloque de cuatro cilindros y 2.0 litros fue brutal, consiguiendo sumar 70 CV y nada menos que 100 Nm de par para un total de 370 CV y 500 Nm. Una potencia que transmite al asfalto por medio de su tracción total, una de las claves del Golf R. Con esta potencia se pone al nivel de los compactos deportivos más potentes, pues el A 45 AMG de primera generación desarrollaba 360 CV en su prerestyling. Igualmente, el Audi RS 3 8v en formato prerestyling desarrollaba 367 CV.

Además, el proyecto incluyó sistema Pop and Bangs que puede ser desconectado y conectado mediante los modos de conducción.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *